martes, 20 de enero de 2015

Pizza de calabaza, pesto de rúcula y queso de cabra

Una buena pizza me parece un segundo plato perfecto. Puedes hacerla casi de lo que quieras: alcachofas, pimientos, setas, cebolla, berenjena, puerros, ajetes, por supuesto todo tipo de quesos y también de salsas. No hay por que limitarse al tomate, puedes usar nata o pesto como he hecho yo hoy. Buscando en la nevera siempre habrá algo que puedas aprovechar con un poco de imaginación. La receta que os presento es una pizza de calabaza, pesto de rúcula y queso de cabra. Sorprendente, sabrosa y muy sana.



Ingredientes:

 Masa:
  • 150g de harina de trigo
  • 100g de harina de trigo integral
  • 15g de levadura fresca
  • una pizca de azúcar
  • un poco de sal
  • 100ml de agua templada
  • un chorro de aceite de oliva virgen extra
 Cubierta:
  • 200g de calabaza
  • 4 cucharadas de pesto de rúcula
  • 3 cucharadas de queso parmesano
  • 75g de queso de cabra
  • 3 cucharadas de tomate triturado
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • una pizca de orégano para espolvorear


Preparación:

 Masa:
  1. En un bol mezclamos los dos tipos de harina, agregamos la levadura desmigada, el azúcar, la sal y revolvemos.
  2. A continuación echamos el agua templada poco a poco y amasamos a la vez durante unos minutos. Debemos tener cuidado con el agua para que no nos quede muy húmeda la masa y pegajosa, por eso es muy importante ir echándola poco a poco. 
  3. Echamos un chorro de aceite de oliva virgen extra y amasamos todo bien. Una vez que tenemos la masa completamente homogénea, le hacemos unos cortes en forma de cruz. Tapamos con un paño y dejamos reposar media hora. Si es posible cerca de una fuente de calor, así crecerá más rápido.
  4. Cuando la masa haya doblado su tamaño ya estará lista para comenzar a montar la pizza. Enharinamos la superficie donde la vamos a trabajar y con un rodillo la estiramos hasta dejarla del grosor que más nos guste. Yo la he dejado de unos 3 mm de grosor. 
 Cubierta:
  1. Introducimos la calabaza en el horno cortada en trozos grandes, sin pelar y la asamos a 180º durante media hora. Transcurrido este tiempo la sacamos y reservamos.
  2. Comenzamos a montar la cubierta de la pizza. Empezaremos por extender dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra sobre la masa. Encima echamos el tomate triturado y lo repartimos.
  3. Espolvoreamos con el queso parmesano rallado.
  4. Cortamos la calabaza en cubos pequeños y la colocamos cubriendo la superficie de la pizza, vertemos tres cucharadas del pesto de rúcula y espolvoreamos con un poco de orégano.
  5. Horneamos durante unos 10 o 12 minutos con el horno a máxima temperatura. 
  6. Una vez fuera del horno le echamos una cucharada más del pesto de rúcula y unas hojas frescas.


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