Ingredientes: (6 personas)
- 500g de calabaza
- 200g de harina de trigo
- 3 cucharadas de panela (azúcar de caña sin refinar)
- 1 cucharilla de canela en polvo
- 1/2 cucharilla de jengibre en polvo
- 16g de levadura fresca de panadería
- una pizca de sal
- aceite de oliva
Preparación:
- Cortamos la calabaza en trozos grandes e introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos. Asamos la calabaza en el horno hasta que al pinchar los trozos con la punta de un cuchillo veamos que están tiernos.
- Sacamos la calabaza del horno y dejamos enfriar.
- En un bol, introducimos los ingredientes secos: la harina de trigo, el azúcar, la pizca de sal, las especias y la levadura fresca desmenuzada.
- Una vez que ha templado la calabaza, la pelamos y trituramos los pedazos hasta obtener un puré.
- Añadimos el puré al bol con los ingredientes secos.
- Removemos hasta ligar la mezcla y obtener una masa homogénea y húmeda. Si fuera necesario, porque la masa esté algo seca, podríamos añadirle un poco de leche vegetal para dejarla más fina. En mi caso, con la calabaza ha sido más que suficiente.
- Tapamos con un trapo y dejamos reposar durante hora y media hasta que la masa doble su volumen.
- Una vez ha reposado la masa, pasamos a freír los buñuelos.
- En una sartén con abundante aceite de oliva bien caliente, introducimos una cucharada y media de masa por buñuelo, friendo 4 de cada vez, unos 3 minutos por cada lado. Lo hacemos ayudándonos de una cuchara porque la masa es bastante húmeda y difícil de manejar.
- Hacemos esto con el total de la masa.
- Una vez fritos, los colocamos sobre papel de cocina para absorber el exceso de grasa y espolvoreamos con panela y un poco de canela en polvo.
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